GENERACIÓN DE DIOS O SIN DIOS

GENERACIÓN DE DIOS O SINJOVENES CRISTIANOS DIOS

Lucas 7:31 Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes? 32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces unos a otros y dicen: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis. 33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene. 34 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. 35 Mas la sabiduría es justificada por todos sus hijos.

Jesús hace una comparación de los hombres de su tiempo, y dijo que se parecían a los jóvenes que se comportaban como los niños que se reunían en las plazas, para solo criticar a los demás, quejándose unos de otros. Pero hablaba de la dureza del corazón, que aun tocándoles flautas no bailaban; les cantamos canciones tristes y no lloraban. Sin embargo, los hijos de la Sabiduría la reconocen en su manera de actuar.

Existe una generación que se ha olvidado de Dios, todo por causa de la desorientación y el descuido de los padres hacia los hijos. Muchos de los padres ignoran que el mundo es insistente, tenaz y convenenciero. Los grandes monopolios o los grandes empresarios se enriquecen cada vez con los deseos y caprichos de la gente, entre ellos están nuestros hijos, que prefieren la vanidad que la espiritualidad.

¿Qué se requiere ahora para que nuestros hijos amen y tengan un corazón hacia Dios? Primeramente se requiere apego de los padres a las sagradas Escrituras, a la oración por sus hijos y que den ejemplo con testimonio. La conveniencia está al día en nuestros hijos, los muchachos prefieren las diversiones en los medios y las plazas, los centros nocturnos llamados “antros” que asistir a una iglesia. A Dios se le ha dejado en última instancia, muchos han pasado a la incredulidad y solo tienen a Dios como un mito, una forma o tradición, y no como Dios y Señor.

Notamos muy bien, los hijos se han vuelto sumamente cibernéticos, pero desobedientes en todos los aspectos, porque los padres han dejado la enseñanza y el ejemplo para sus hijos, en su propia casa. Las mentes de los negociantes y empresarios que conducen a los vicios son más sagaces, y los padres se quedan cortos en estas competencias, se ven traspasados por las actividades y acciones del mundo, no hay sabiduría en los padres para contrarrestar las competencias.

Jesús vio los daños en la juventud en Su tiempo, los responsables eran los gobernantes, los religiosos y los comerciantes, juntamente con los recaudadores de impuestos, porque cobraban cualquier hecho, posesión o acción, estos fueron quienes figuraron en la desviación de los hijos, tanto que había mucha desocupación de muchachos en las plazas, muchachos holgazanes que no tenían ni una poquita de atención hacia los bueno y lo santo. Lo que comúnmente hacía un joven judío era estar en las sinagogas, tenían alegría en las danzas, con las fiestas que se hacían a Dios Señor. Pero luego hubo una intervención espiritual en los mensajes de Jesús, que cuando el mensaje llegó a chicos y grandes hubo un cambio de conductas, tanto que el recibimiento a Jesús al entrar a Jerusalén, los únicos que gritaban hosannas al Señor fueron los jóvenes, tanto que decían: “Hosanna bendito el que vienen en el nombre del Señor”, los jóvenes se contaban como el mayor número, tanto que dijo Jesús: Mateo 21:15 Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron, 16 y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman Perfeccionaste la alabanza?

Fijémonos una cosa, los hijos, los jóvenes, los muchachos no despreciaron la Palabra de Jesús ni a Jesús mismo, lo que dañó a los muchachos fueron los sistemas religiosos, ¿sabe por qué? Porque los líderes religiosos odiaban a cualquiera que hablara la verdad y desenmascarara la hipocresía, y no se molestaron en dar el verdadero ejemplo hacia la generación joven. Consecuentemente miramos como los religiosos callaron las voces de la verdad, de los inocentes, de los niños y de los jóvenes. En contraste, la gente y los líderes religiosos rechazaron a Jesús y Su  Palabras.

Nuestros jóvenes actualmente necesitan y requieren ejemplos y buenas conductas, tanto de los padres como de los creyentes, ellos no quieren sistemas, métodos o religiosidad, ellos requieren fe genuina. Nuestros jóvenes necesitan ocuparse en el conocimiento de Dios, no con entretenimientos a semejanza del mundo en las iglesias, sino la exposición de la Palabra y que sean llenos del Espíritu Santo. Nuestros hijos jóvenes necesitan conocer a Dios, necesitan regresar con Dios, ya que el mundo los ha atrapado con sus vanidades e intelecto con su vana sabiduría. Más bien que nuestros muchachos se preparen contra lo dañino, para que sean sabios y sepan distinguir entre lo malo y lo bueno, que es lo que les conviene y que no les conviene, que sepan distinguir de lo adverso.

Nuestros hijos han visto mucha hipocresía en las iglesias, y eso puede ser  su reclamo, ellos no quieren que se les engañe “con una falsa verdad” yo diría con una gran mentira.

Los grandes ejemplos en los tiempos de Jesús fueron precisamente, el testimonio de Juan y el verdadero, el de Jesús. Los jóvenes llegaron amar y servir a Jesús, muchos de ellos fueron liberados por Jesús, porque había jóvenes endemoniados, jóvenes turbados y jóvenes encadenados como los hay ahora.

Observando y analizando lo que está sucediendo en las iglesias cristianas es que esta generación no muchos buscan a Dios, y si los padres responsables de sus hijos no orientan, no enseñan a sus hijos amar a Dios, escaseará la Palabra de Dios en esta y en las futuras generaciones. Si los padres que asisten a las iglesias son perezosos para con sus hijos, ellos mismos se lamentarán cuando sus hijos crezcan y tomen otro rumbo, porque no les enseñaron, no los guiaron por el camino justo y verdadero, el camino que lleva al Padre Celestial por medio de Jesucristo. Si los hijos no son enseñados, ellos tendrán muchos problemas de identidad en este mundo.

Lo triste es que muchos de nuestros jóvenes se perderán en este mundo y los padres serán los culpables y no la iglesia. La iglesia es para celebrar a Dios, y su casa es para seguir manteniendo la fe, el amor, la guianza, la cooperación, la comprensión, el respeto y la comunión familiar. Muchos padres piden que en la iglesia se enderece todo lo torcido, podríamos pensar que así fuera, pero los hijos y los padres que componen una familia, pasan más tiempo en casa, ahí se ve el verdadero comportamiento de cada uno. En la iglesia pareciera que todo va y marcha bien, pero el corazón se prepara desde el hogar. La iglesia prepara y proporcionar las enseñanzas adecuadas para los hijos desde temprana edad, pero si los padres se despreocupan por ellos, pensando que lo que recibieron en la iglesia es suficiente, los jóvenes pronto se  olvidarán de lo recibido o aprendido en un salón de clases de la iglesia. Permita que sus hijos pregunten de sus dudas, padres sean maestros para sus hijos, si ustedes no sabe contestar las preguntas de sus hijos, ellos buscarán otras respuestas, con otras ideologías y otras enseñanzas, otra gente extraña y tal vez mal intencionada los inducirán al desorden y a la desorientación, y usted se perdió el crédito de maestro para sus propios hijos, es por eso que los padres deben de prepararse para contestar a sus hijos.

Proverbios 22:13 Dice el perezoso: El león está fuera; Seré muerto en la calle. 14 Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; Aquel contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella. 15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; más la vara de la corrección la alejará de él.

Cuidado ¡Hay un león allá afuera! ¡Que en plena calle va a hacer  pedazos al muchacho! Es muy común la provocación de las mujeres extrañas, opuestas a las enseñanzas de la Biblia, muchos hijos se unen con mujeres extrañas, con las que no deben, será el sufrir de ellos y de los mismos padres.

La necedad es parte del corazón del joven, pero la vara de la disciplina la corrige, especifiquemos la vara aquí muestra las correcciones y da los consejos a tiempo.

La mayor consecuencia de la problemática social es la avaricia que individuos fatuos provocan a los jóvenes, esto los conducirá a la violencia y a la decadencia familiar.

Primeramente, porque no hay temor a Dios. Segundo, porque los padres no han admitido las enseñanzas divinas. Tercero, porque los padres han criado hijos sin orden ni disciplina. Cuarto, porque los padres ya no exhortan con sabiduría. En otras palabras, los padres han dejado la orientación y la enseñanza a los hijos, dando lugar a las habituales intervención del mundo y sus deseos. Los hijos no pueden huir de las pasiones juveniles, antes los atraen y ellos no se pueden negar a esos deleites pasajeros.

Yo les puedo dar un consejo a los jóvenes y es: Hijos alegren el corazón de sus padres. Y un consejo a los padres: Padres aconsejen bien y no mal a sus hijos.

Pero que mejor el consejo de la Palabra. Proverbios 23:15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, también a mí se me alegrará el corazón; 16 mis entrañas también se alegrarán cuando tus labios hablaren cosas rectas. 17 No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo; 18 porque ciertamente hay fin, y tu esperanza no será cortada. 19 Oye, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón al camino. 20 No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; 21 porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el sueño hará vestir vestidos rotos. 22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. 23 Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia. 24 Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra sabio se gozará con él. 25 Alégrense tu padre y tu madre, y gócese la que te dio a luz.

Salomón les decía a los jovencitos: Escuchen con atención, cultiven la inteligencia, no dejen de hacer el bien.

Hay un mal que existe hoy en la juventud, prefieren juntarse con los que andan mal, con los viciosos, con los beben licor, con los fumadores, con los que usan drogas, se hacen amigos a los adultero, a los fornicarios, a los homosexuales, y las mujeres con las que son lesbianas, con los vanidosos, esto los conduce a lo vergonzoso y a la ruina.

Hoy hay tantas cosas que distraen a los jóvenes, que no los hace crecer o madurar, para ellos solo es pasatiempos y nada de responsabilidades.

Nuestros hijos deben de aprender a qué dedicarse, esto es para su propio beneficio. Debemos orientarlos para que los conozcan como personas de bien y de respeto, nuestros hijos deben de respetar a los mayores, a las damas, a su novia y a sus amigos, si nuestros hijos son obedientes, responsables y respetuosos, de seguro que tendrán amigos de igual manera, porque buscarán amigos confiables y no traicioneros.

Si nuestros hijos tienen disciplina tendrán sabiduría y buscarán a Dios, porque entonces serán guardados por Dios y les abrirá paso en esta vida. Que nuestros hijos no cambien a Dios por nada. Hoy en estos tiempos se necesita gente entendida, hoy falta gente sabia y con la gracia de Dios.

Pregúnteles a sus jóvenes que si les gustaría ser como Daniel y como sus amigos Ananías, Misael y Azarías. Daniel 1:11 Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: 12 Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. 13 Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas. 14 Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. 15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey. 16 Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres. 17 A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños. 18 Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor. 19 Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey. 20 En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino. 

Que gran alegría da ver a jóvenes entendidos, el hijo bueno y sabio es motivo de gran alegría para su padre y su madre que le dieron la vida. Esta es una promesa de bendición cuando los hijos hacen caso al consejo de los padres, las promesas de la Biblia son para nuestros hijos.

Todo padre preocupado por sus hijos quieren y desean que sus hijos les vaya bien, y desean que se lleguen a casar con mujeres que teman a Dios, y las hijas se casen con hombres de bien temerosos de Dios, que no se casen con hombres y mujeres que no convienen. 

Que nuestros hijos amados tengan cuidado, que vean, que analicen y que sean sabios, que no se enreden que no sean atrapados fácilmente, que no caigan en las redes de los incrédulos y pecadores.

Que nuestros jóvenes no sean de los que van a la deriva, sin rumbo y sin dirección, como barco sin rumbo llevados por el viento y sin rumbo, ante pensamientos inmaduros para navegar en el amplio y tenebroso mar. 

Es bueno, es oportuno aconsejar a nuestros hijos en casa, porque es de donde los hijos salen continuamente, que nuestros hijos salgan orientados, que salgan aconsejados, que sepan cómo deben de comportarse en el mundo, que tengan un corazón entendido, que sepan defenderse ante los adversarios, que sepan protegerse del mal, que no tengan malas amistades para que no tomen ventaja en ellos, en pocas palabras que no sean fácil presa.  

Padre sé un padre instructor para tus hijos, abre tu entendimiento a las Escrituras, porque un padre debe de tomar los consejos del Padre Celestial, que sepamos orientar y bendecir, pero que también sepamos corregir a nuestros hijos. Dios está interesado en bendecir y hacer fructíferos a nuestros hijos.

Debes orar siempre por tus hijos, si los sostienes en la oración los estas encaminando hacia el bien de Dios, es mucho mejor el sostenimiento de Dios.  

Dios compara el consuelo de una madre con el consuelo de Dios. Isaías 66:13 Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré Yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. Yo, por mi parte, los consolaré a ustedes, como una madre consuela a su hijo. Así ustedes recibirán consuelo en la ciudad de Jerusalén”.

Jesús nos recuerda: Mateo 15:4 Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. 5 Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, 6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.

Los judíos se excusaban diciendo que habían invertido su dinero en el templo, para las cuestiones religiosas y en ellos mismos.

Ellos pensaban que lo que hacían en lo religioso ya era suficiente, aunque no ayudaran a sus padres, “porque ya habían cumplido con Dios primeramente”. Esto era anular este mandamiento de Dios. Cumplir con Dios es también dar y bendecir a nuestros padres aun presentes. Jesús dijo recordando el mandamiento y no poniéndolo por obra dice, “que en vano lo honran”. Si detenemos de nuestras manos y no bendecimos a nuestros padres, no complaceremos a Dios ni tendremos provecho, porque se confía más en las tradiciones y en la religiosidad que el obedecer el mandamiento, así no habrá recompensa ni bendición en la posteridad.

Hay quienes dejan el sustento hacia los padres por cumplir dichos y normas religiosas. Pero si sabemos darle a Dios, sabremos darles también a nuestros padres, eso es honrar a Dios y a los padres.

El apóstol pablo habla, recordando el mandamiento como un cumplimiento y norma de la vida. Efesios 6:1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. 4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Tengamos hijos para la gloria de Dios, tengamos hijos y formémoslos para que sean herencia de Dios, que no sean del mundo ni del enemigo, que nuestros hijos puedan creer y no se vuelvan ingratos para con Dios y para con nosotros los padres, que formemos una generación que busque a Dios.  

 

 

 

 

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